Hector, me gustó tu escrito. Siempre es un placer leerte.
Me interesa el mucho el tema… suelo asociar el neopunk con el atisbo de posmodernidad que me tocó vivir antes de hacerme adulto. Me llamó mucho la atención eso de que “nos hacemos de la suma de pequeñas historias” hasta que llegó la globalización… El neopunk (a mi criterio) fue una de esas pequeñas historias, en Londres lo convirtieron en moda, y cuando las cosas son moda, pues, cambian de modo… pero lo que quiero dejar aquí escrito (además de mis respetos) es que cuando las cosas son vistas desde la moda (como puede ser el neopunk, o lo hipster, o qué sé yo qué más) suelen derrumbarse con una facilidad tal que el poder más allá de las fronteras pareciera tener por derecho (y por siempre) Entonces, recordemos la moneda de Salomón “esto también pasará”
No obstante: hermosa rebeldía, ojalá que lo que vaya a durar, sea por muchísimo tiempo, ojalá…
Saludos en letras